Del (per)juicio de García Luna y el miedo del Presidente

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Tras un Juicio lento y anodino, Genaro García Luna fue declarado culpable de todos los cargos de narcotráfico. Tras el veredicto del jurado, tocará al Juez convocar a una audiencia de sentencia para determinar cuál será la pena que deba pugnar quien fue enjuiciado por 5 cargos: 3 por conspiración de tráfico de drogas, 1 por falsedad de declaraciones y otro por participar en una organización criminal.

Por su parte el Presidente de la República trató de usar en favor suyo este caso como si la corrupción del pasado exentara en automático a su Gobierno de la misma corrupción criminal que hoy padece.

Sin embargo, al Mandatario no le gustó la reacción en los medios sobre el veredicto de culpabilidad del ex Secretario de Seguridad, el que no hubiera una condena automática del expresidente Felipe Calderón, y más aún, el que su propio nombre saliera a relucir durante el juicio.

Sin pruebas ni evidencias más que el testimonio de criminales protegidos y privilegiados por el Sistema judicial norteamericano, García Luna terminó condenado por el testimonio de los mismos que aseguraban que el Mayo Zambada—empezando por el mismo líder de este Cártel—había entregado también grandes sumas de dinero destinadas para López Obrador al igual que 7 millones de dólares para su campaña presidencial fallida del 2006.

De aquí se explica entonces el por qué de la iniciativa tan particular por parte del Presidente de intentar extraditarlo hacia México con el mismo interés desesperado de evitar que Ovidio Guzmán sea extraditado a los Estados Unidos; esto es, para cubrirse las espaldas sobre cualquier otra confesión incómoda por parte del ex Secretario de Seguridad Pública que pueda ser usada en su contra, al grado de ofrecerle públicamente el mismo trato privilegiado que al desprestigiado Emilio Lozoya—según sus propias palabras—a quien trató de usar, sin éxito por cierto, con el mismo fin en su momento.

No obstante lo anterior, si algo quedó claro es que nadie entre la oposición política en México defendió nunca a García Luna ni se interesó por venderlo como inocente en tanto por parte del Gobierno Federal y su Partido en el Poder se defiende o hasta se premia a otros adefesios delincuenciales como Delfina, Sheinbaum, Bartlett, Salgado Macedonio, Salmerón, Layda Sansores, Gómez Urrutia y Marina Ávila, entre otros.

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