Migración, tragedia y negocio

Desde la volcadura del tráiler que ayer transportaba de contrabando a decenas de indocumentados en la carreta de Chiapa de Corzo, en el Estado de Chiapas, ahora suman 55 migrantes fallecidos por el accidente.

Sin duda alguna, una tragedia que se veía venir en corto plazo.

Si algo queda por lamentar además de lo ocurrido, es comprobar que los programas sociales emprendidos por el Estado mexicano en el ámbito federal y local han sido tan inútiles como fallidos, dejando ver que sus políticas públicas han sido solo un montaje para cumplir con una agenda que se limita a ridículas apariciones mañaneras o a calentar un escritorio en una oficina.

De nada sirven las rancias peroratas demagógicas donde se les vende que se les recibe “con los brazos abiertos” cuando se les permite trasladarse de manera tan irresponsable como peligrosa—y a la vista de todos—sin ningún tipo de plan de atención o de estadía organizada.

Queda claro que estas hordas y caravanas de haitianos, guatemaltecos, salvadoreños, cubanos y hasta venezolanos no salen de la nada. Son movidos por mafias e intereses turbios en contubernio con varias autoridades, para disponer de ellos como materia prima para un negocio de lo más sórdido, como lo es el tráfico humano: ya como subempleados para labores de mano de obra barata o para relevo de halcones, esclavos y hasta distribuidores por cuenta del crimen organizado que en México, en este sexenio, ha vuelto a obrar a sus anchas con una impunidad que no se veía desde la década de los noventas.

Sin embargo, también es algo que no exime de responsabilidad directa al Gobierno Federal y a sus representantes delegados a lo largo de varios Estados del país por donde el cruce les es facilitado a cambio de sobornos o incluso bajo la promesa de ser amparados con dádivas y hasta dinero en efectivo, como los que aún y con pandemia se les brindaba por parte de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México desde el año pasado.

Y ahora, desde el discurso oficial, esperamos ver si los migrantes muertos van por cuenta de este gobierno, o es culpa de los anteriores o resultará—como en el caso de los niños con cáncer a los que se les niega medicamento—que se quisieron matar para “hablar mal” del presidente y minar la campaña de Sheinbaum.

Twitter: @sada_enrique

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Código Libre.

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