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El huracán Idalia devastó partes de Florida el miércoles antes de continuar su trayectoria hacia Georgia y Carolina del Sur, dejando un rastro de destrucción y causando al menos una muerte confirmada.
El sistema de tormentas tocó tierra cerca de Keaton Beach, Florida, como un huracán de categoría 3 con vientos máximos sostenidos de 205 km/h (125 mph). Luego, cruzó Georgia con vientos de 150 km/h (90 mph) antes de debilitarse a tormenta tropical.
Belond Thomas, residente de Perry, Florida, describió el evento como “aterrador”. Thomas y su familia buscaron refugio en un motel, pero durante el paso del ojo del huracán, fuertes vientos arrancaron el techo del establecimiento. Por fortuna, su hija embarazada no resultó herida.
La tormenta también afectó a Georgia, donde se reportó al menos una muerte. Aunque no hubo muertes confirmadas en Florida relacionadas con Idalia, la Patrulla de Caminos del estado informó de dos muertes en accidentes de tráfico relacionados con el mal tiempo justo antes de que la tormenta tocara tierra.
Para la tarde del miércoles, el Centro Nacional de Huracanes informó que Idalia estaba a 95 km (60 millas) al oeste de Charleston, Carolina del Sur, y se movía al noreste a 33 km/h (21 mph).
Las consecuencias de la tormenta se sintieron de diversas maneras a lo largo de su recorrido: inundaciones en Carolina del Sur, árboles caídos y cerca de medio millón de cortes de luz en Florida y Georgia. Un tornado originado por Idalia también tocó tierra brevemente en Goose Creek, cerca de Charleston, volteando un automóvil y causando heridas menores a dos personas.
Florida, todavía recuperándose del huracán Ian del año pasado que dejó 149 muertos, fue golpeada en una zona menos poblada conocida como la “costa natural”, lo que limitó el impacto humano pero no los daños materiales.
