En México, cualquier ocasión es perfecta para armar una celebración que se quede en la memoria de todos, y cuando de demostrar afecto se trata, los mexicanos no escatimamos en detalles.
La tradición de intercambiar regalos durante fechas especiales es una práctica arraigada, desde un sencillo pero significativo chocolate hasta obsequios que requieren una mayor inversión, todo vale con tal de hacer sentir especial a esa persona querida.
La festividad de San Valentín no es la excepción. Esta celebración, que cruzó el océano junto con los españoles, ha encontrado en México un terreno fértil para florecer y transformarse. Aquí, el día se convierte en una explosión de afecto, donde los abrazos y palabras de cariño hacia amigos y familiares se vuelven el pan de cada día.
El dicho popular reza que “Donde hay una celebración, hay una oportunidad”, y las empresas mexicanas lo saben bien. No importa la ocasión, ya sea el 14 de Febrero o cualquier otra fecha importante, los negocios se alistan para captar la atención de los consumidores, preparando todo tipo de productos y promociones que invitan a celebrar el amor y la amistad. Los comercios se llenan de globos, peluches y flores, sustituyendo los adornos navideños por elementos que invitan al romance.
Los vendedores de flores en los cruceros se convierten en los cupidos urbanos de la temporada, ofreciendo sus ramos a cada conductor que pasa, demostrando que, en México, el amor también puede estar en el aire contaminado de la ciudad. Y es que, en este día, pequeños gestos como regalar flores pueden significar mucho, a pesar de ser un gasto extra para el bolsillo.
Pero, ¿qué prefieren los mexicanos regalar en San Valentín?
Las cenas románticas encabezan la lista, seguidas por experiencias nuevas y viajes, dejando en claro que, para muchos, compartir momentos únicos es más valioso que cualquier objeto material.
La ropa, los bombones y las flores también figuran en la lista, aunque en posiciones más bajas, lo que sugiere un cambio en las preferencias de regalo, priorizando las vivencias sobre los bienes tangibles.
Este fenómeno refleja un cambio generacional en la forma de celebrar el amor. Más allá de los regalos cliché, lo que busca la generación actual es crear recuerdos y experiencias que perduren.
San Valentín en México es una muestra de cómo las tradiciones se adaptan y evolucionan.
