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El país vive una inmensa polarización sobre nuestras Fuerzas Armadas (FFAA), hay múltiples sectores sociales que claman en contra de una evidente militarización de nuestras instituciones, se habla de una toma de control y poder por parte de los militares y la creciente participación de nuestras FFAA y Guardia Nacional (GN) en casi toda la actividad del Estado.
Nuestros soldados y marinos no sólo vigilan nuestras costas y fronteras, o combaten el Crimen Organizado, también construyen aeropuertos, caminos, hoteles, vigilan instalaciones y aduanas, alfabetizan, ayudan a la población en caso de desastres naturales, fabrican armas y cartuchos, detienen a delincuentes y participan en la implementación de alcoholímetros, más lo que ordene el presidente López Obrador.
Y son criticados fuertemente por ello.
Como sociedad tendemos a ser muy críticos en su desempeño o la legalidad de las funciones que se les han encomendado. Comparamos nuestro ejercito y marina con los de otros países y soñamos con llegar a tener una organización militar similar.
Ciertamente a nuestras FFAA también les gustaría tener equipo, armamento o presupuesto similar al de otros países.
Naciones como Reino Unido, Alemania, Rusia, Estados unidos, Colombia o Brasil aparentemente tienen organizaciones castrenses muy profesionales. ¿Pero, lo son en realidad?
Reino Unido invierte el 2.2% de su PIB en defensa y recientemente ha admitido que no tiene la marina necesaria para proteger o defender su isla. Alemania invierte el 1.3% de su PIB y se vio obligada a incrementarlo ya que un análisis descubrió las pocas capacidades de su armamento mecánico y ha tenido que desaparecer a su grupo especial KSK por el imperante nazismo entre sus miembros. Rusia invierte el 4.1 de su PIB y ha perdido casi la totalidad de su infantería en su guerra con Ucrania, la poderosa maquinaria de guerra rusa se ha desmoronado, hoy son mercenarios y ex convictos los que están en el frente de batalla. Brasil invierte 1.2 % de su PIB, pero tiene una muy exitosa industria militar que vende sus productos a otros países. Argentina invierte 0.6 % de su PIB y con ello sólo cubre las necesidades básicas de sus FFAA. Los Estados Unidos invierte el 8% de su PIB y es por mucho el gasto militar más grande del mundo.
México ocupa el lugar 36 en gasto militar acorde con el Banco Mundial, invierte 0.7% del PIB en defensa. El promedio de gasto para Latinoamérica es de 1.2 del PIB y el promedio mundial es 2.2.
Nuestras FFAA están cumpliendo con su misión con un presupuesto mínimo que no les permite adquirir o renovar su equipo o armamento y además cumplen con las tareas que encomienda el Presidente de la República.
Hay muchas áreas de oportunidad donde pueden y deben mejorar, el respeto a los Derechos Humanos y libertades es una prioridad si vamos a tenerlos haciendo labores de seguridad pública. La rendición de cuentas y transparencia en su gasto y operación. La profesionalización de la GN, entre otras.
Hoy los soldados y marinos de México tienen los más altos índices de aprobación y confianza en la población.
¿Son Malas?
No, las FFAA están al máximo de sus capacidades haciendo tareas fuera de su competencia y cumpliendo con lo que se les ordena.
Con uno de los presupuestos más bajos de la región.
