¿Por paliza?

Ayer desde Tabasco, el presidente señaló muy seguro que su movimiento de transformación va a seguir ganando por paliza. ¿De verdad ya está cantado que para el 2024 Morena obtendrá un nuevo periodo presidencial? ¿Veremos a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López o Ricardo Monreal en Palacio Nacional?

El mandatario mexicano no debería estar tan seguro, porque falta dos años y medio y muchas cosas le pueden jugar en contra.

1. Inflación. Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Aunque Andrés Manuel López Obrador mantiene una fuerte base de 15 a 17 millones de votantes, la verdad es que ha ido perdiendo fuerza. Si los precios siguen aumentando, ni siquiera los apoyos sociales en efectivo alcanzarán para detener la crisis a la que se enfrentarán los hogares mexicanos. El discurso de que todo viene de afuera podrá funcionar para unos, pero para otros será lo que mueva la balanza para irse con la oposición.

2. Seguridad. Además del bolsillo a la gente le duele la seguridad y la administración del tabasqueño ha sido la más mortífera de la que se tenga registro. El discurso de que la violencia la provocan los cárteles que se pelean el territorio, se ha ido cayendo a pedazos, sobre todo cuando se observa la muerte de inocentes en el campo de batalla. El tema de feminicidios ha rebasado al presidente y a los gobiernos estatales y los reclamos de las mujeres han ido subiendo de tono. Querer ocultar esta situación o voltear para otro lado, solo le han jugado en contra.

3. Los gobernadores morenistas tendrían que demostrar que saben gobernar, pero no ha sido así. En entidades como Sonora, Michoacán, Veracruz, Puebla o Morelos (aliado de Morena) la gente ya sabe cómo se las gastan los del partido guinda. Sus gobernadores están en los más bajos índices de aceptación porque han mostrado una incapacidad para resolver los problemas de su entidad, ante esto ¿la gente volvería a votar por Morena?

4. Las batallas internas de Morena. El presidente ha soltado distintos nombres de personas que lo podrían suceder y a menos que sea una estrategia para reelegirse porque: “no se pusieron de acuerdo en su partido con la candidatura”, lo que está provocando es que todos los nombrados pongan a velar sus armas. La guerra que se avecina entre precandidatos es de pronóstico reservado.

A pesar de que muchos de ellos vienen del PRI, los morenistas no aprendieron de lo que sucedió en el proceso interno de ese partido para elegir candidato presidencial en las elecciones del 2006; Arturo Montiel tuvo que declinar su interés de competir porque los propios priistas filtraron información que ponían en duda el origen de la riqueza. El PRI quedó tan debilitado en esa guerra intestina que terminó cayendo en tercer sitio durante la elección que ganó el PAN con Felipe Calderón.

Así pues, el presidente puede seguir siendo todo lo optimista que quiera, nomás eso faltaba, pero definitivamente el 2024 está muy lejos de estar tan cantado como él quisiera.

Twitter: @vianeyesquinca

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Código Libre.

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!