Lágrimas de presidente

Nunca en la historia del México contemporáneo habíamos visto a un presidente de la República llorar en público: desde Antonio López de Santa Anna cuando se le mostró todo lo que México había perdido ante EE.UU. hasta José López Portillo, culpando a otros—esa otredad nunca la supo definir—porque “nos habían saqueado”, este bochorno no se repetía.

Sin embargo, las lágrimas de presidente siempre han sido augurio de que algo mucho peor se avecina para la nación, y el casodel actual López no es la excepción.

El país enfrenta una de las mayores crisis que hemos vivido desde la Revolución Mexicana. Una crisis social y económica, producto de una serie de escenarios domésticos tanto como a nivel internacional; y una crisis en nuestras instituciones públicas—las que aún quedan en pie—no graciasal Gobierno Federal y la clase política sino al empuje de la ciudadanía que subsiste y resiste, alzando su voz desde la sociedad civil organizada.

En más de tres años de gobierno nunca se vio llorar al presidente llorar por los muertos de la pandemia, entre personal médico y civiles a los que les negó recursos; ni por lo niños fallecidos por cáncer a los que les quitó el tratamiento oncológico que antes de él recibían hasta gratis; ni por los más de 151 periodistas asesinados en su sexenio, ni por las víctimas de la Línea 12 del Metro ni mucho menos por los desaparecidos y masacrados por el crimen organizado—cuyas víctimas, en público, le causaban risa incluso—superando a los de Calderón y Peña juntos desde elprimer año y medio de esta administración.

En este caso, su llanto es de impotencia y rabialuego de varias semanas de que se expusiera la corrupción y el tráfico de influencias de su hijo mayor con la “Casa gris” en Texas, tiempo en el que la farsa de su supuesta superioridad moral y la “austeridad republicana” que tanto vendía respecto a sus adversarios y antecesores se vino abajo ante los ojos del mundo.

No obstante, en algo tenía razón y la tuvo siempre: en su frase de “No somos iguales”, porque en efecto, como corruptos e ineptos, él y los suyos resultaron peor que todos los anteriores.

Twitter: @sada_enrique

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Código Libre.

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!