“La candidata del PAN y PRD a la gubernatura de Chihuahua, Maru Campos, no es víctima de violencia política, debe responsabilizarse de sus actos y no escudarse en el género”, señalan feministas.

Feministas acusaron a la candidata de manipular la información y los conceptos de la lucha de género para su beneficio político.

Nos parece que es una desproporción lo que está haciendo porque la violencia política tiene sus características; ella es una mujer en el poder, está enfrentando un juicio por un supuesto, pero que hay evidencia de que podría haber cometido un delito y el juez está dirimiendo en un proceso legal.

Martha González, coordinadora del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora

González consideró desafortunado que la panista tergiverse la información cuando se ha luchado porque las mujeres ejerzan sus derechos políticos.

La gente va a decir entonces que cuando una mujer esté investigada por un supuesto delito, vaya a ser violencia política y no es violencia política.

La también integrante del Frente Feminista Nacional pidió a la ciudadanía, en particular a las mujeres, no dejarse llevar por alguien que quiere manejar las cosas a su favor.

Que no se confundan, por favor, ella manipula precisamente porque está dentro de un proceso electoral donde todo lo toma a su favor.

Es muy claro entenderlo cuando te das cuenta de que la acusación por corrupción incluye también a hombres, no sólo a mujeres. Entonces no es porque sea mujer.

Imelda Marrufo

La abogada feminista explicó que la imputación de cohecho que enfrenta Maru Campos no es por su candidatura, en este proceso están acusadas otras mujeres y hombres.

El cohecho es una figura penal que no está ligada al género, igual se puede imputar a hombres y a mujeres y aquí hay que resaltar que la imputación es por cohecho, más allá de que sea mujer; es importante recordar que hay elementos para suponer que cometió el delito porque el juez la vinculó a proceso.

Lydia Cordero coincidió con Martha González al señalar que el proceso que enfrenta Maru Campos no es una acción misógina, sino una investigación por corrupción.

“La candidata no está en una situación de vulnerabilidad; al contrario, es una mujer que ha tenido cargos altos y tiene toda la capacidad de gestión”, destacaron.

Cuando las mujeres cometemos un delito tenemos que asumir nuestra responsabilidad y no escudarnos en la violencia política por razones de género.

Martha González

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