Las unidades de cuidado intensivo de los principales hospitales de Perú están o se acercan al colapso tras las fiestas de fin de año.
Esta situación refleja preocupaciones más amplias sobre la capacidad de la salud pública regional en momentos en que Latinoamérica lucha por abastecerse de vacunas.
La escasez de recursos, trabajadores de la salud agotados y un reciente repunte de casos graves golpea a sistemas de salud.
En Bolivia, largas filas de pacientes que buscan una prueba de Covid-19 se extienden en un complejo hospitalario en La Paz.
“¿Cómo no va a haber un contagio masivo si todos estamos aglomerados, nadie sabe si tiene o no el Covid?”, dijo Rocío González, mientras esperaba recibir atención médica.
En el vecino Perú, hospitales en la capital Lima y en la ciudad cercana de Callao, que juntas atienden una población de 10 millones de personas, al inicio de la semana solo tenían 16 camas de terapia intensiva con ventiladores disponibles, según un reporte de la oficina de la Defensoría del Pueblo peruana.
El número de casos diarios en Perú permanece a solo 20 por ciento de su pico de agosto, pero autoridades dicen que más personas han sido hospitalizadas porque muchos esperan hasta la presencia de síntomas severos para realizarse testeos.
Con información de Reuters
