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La directora general del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, anunció que la vacuna Patria ya está lista para su aplicación como dosis de refuerzo en la población mexicana. La vacuna, desarrollada por científicos mexicanos, cumplió con los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud y los más altos estándares regulatorios y científicos.
Aunque el biológico superó satisfactoriamente la última fase, aún debe someterse al proceso de autorización regulatoria por parte de la Cofepris. Si todo va bien, Patria podría pasar a la fabricación de suficientes lotes entre septiembre y diciembre de 2023.
Patria tuvo que superar tres fases previas para garantizar su capacidad protectora: la fase preclínica, que consistió en realizar pruebas en animales para determinar su seguridad y eficacia, el siguiente estudio demostró que es capaz de producir anticuerpos contra el COVID-19 en humanos, y la última fase comprobó que sirve como refuerzo y no presenta riesgo para quienes recibieron dosis de otras “plataformas vacunales”.
La fase 2R del estudio clínico del biológico permitió avanzar hacia una aprobación de emergencia en México. Se probó la efectividad de Patria como refuerzo para personas que ya contaban con un esquema completo de vacunación y requirió la participación de casi cuatro mil voluntarios.
La producción de Patria fue posible en alianza con diversas instituciones públicas, entre universidades y entidades como el IMSS, así como con Avimex, el laboratorio mexicano dedicado a la inoculación en el sector animal. El costo de producción de la vacuna Patria fue de 973 millones de pesos, 88% menor en comparación con otras de origen extranjero.
