La red móvil de quinta generación (5G) es la próxima gran innovación en el campo de las comunicaciones por internet sin cable. Es también el eje de la tecnología del futuro, cuyo control se disputarán Estados Unidos y China.
Las redes 5G prometen velocidades de conexión más rápidas, menor latencia (tiempo de respuesta de la red) y la posibilidad de conectar varios aparatos a la vez sin problemas.
Esta tecnología de red podrá gestionar de una mejor manera multiples usuarios, sensores y un tráfico de red pesado.
Antes de utilizar esta red, las empresas telefónicas y los fabricantes de teléfonos deberán renovarse. Los teléfonos requieren nuevos chips y antenas de radio que puedan trabajar con 5G.
Las telefónicas ya preparan el camino para dar el salto a las redes 5G. Modernizan sus equipos, adquirieren partes del espectro radioeléctrico para poder manejar las señales 5G y adaptan su infraestructura para la nueva red.
La disponibilidad de esta red a los usuarios dependerá directamente de cada país y sus regulaciones. Probablemente en algunos lugares tarde años en llegar, incluso puede que no llegue a todas las zonas rurales.
A pesar de que las empresas telefónicas han dado una gran difusión publicitaria a la red 5G en realidad todavía no está disponible.
Cuando la redes 5G estén listas, será necesario un teléfono para poder utilizar esta nueva tecnología. Ya hay versiones de los Android capaces de hacerlo y este martes Apple lanzó su primer iPhone para 5G.
Los teléfonos que funcionen con tecnología 4G no podrán conectarse con las redes 5G cuando estén disponibles.
Se ha dicho que la red 5G podrá conectar vehículos autónomos y dará paso a nuevas aplicaciones de realidad virtual y aumentada.
Sus conexiones facilitarán las operaciones a la distancia y otras formas de telemedicina. Ayudará a empresas y fábricas a automatizar sus operaciones. También ofrecerá a las compañías líneas de internet de alta velocidad dedicadas.
En cuanto a la seguridad, las redes 5G son una fuente de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.
El gobierno estadounidense está erradicando la tecnología china en el terreno de las comunicaciones por presuntas cuestiones de seguridad.
