Antes de las elecciones: Una lección histórica para los medios

Pocos en México recordarán el caso de la revista Bohemia en Cuba —fundada en 1909— y lo que ocurrió con ella tras el arribo de la tiranía castrista.

Quizá menos recordarán a quien fuera su dueño y Director General, Miguel Ángel Quevedo: periodista de cepa e influyente en todos los cambios políticos antes del triunfo de la llamada “revolución cubana”.  

Bajo el régimen de Fulgencio Batista, Bohemia y su director apoyaron desde sus páginas la insurrección castrista, llegando a publicar el famoso “Manifiesto de la Sierra Maestra”.

Contra todo lo que había prometido, tan pronto como asumió el poder Fidel Castro clausuró y expropió todos los periódicos, televisoras, emisoras, teatros y medios existentes; y Bohemia padeció la misma suerte.  

Ya exiliado en Miami, tras haber intentado suicidarse por primera vez en 1965, Quevedo finalmente lo logró en 1969 no sin antes dejar una sentida carta de despedida como Testamento político y Mea culpa a la vez:  

“Sé que después de muerto…querrán presentarme como “el único culpable” de la desgracia de Cuba. Y no niego mis errores ni mi culpabilidad; lo que sí niego es que fuera “el único culpable”. Culpables fuimos todos…No importa quién fuera el presidente. Ni las cosas buenas que estuviese realizando a favor de Cuba. Había que atacarlos, y había que destruirlos.  

El pueblo también fue culpable…Fidel no es más que el resultado del estallido de la demagogia y de la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y todos, por resentidos, por demagogos, por estúpidos o por malvados, somos culpables de que llegara al poder…

Bohemia no era más que un eco de la calle. Aquella calle contaminada por el odio que aplaudió a Bohemia cuando inventó “los veinte mil muertos”.  

Fueron culpables los millonarios que llenaron de dinero a Fidel para que derribara al régimen. Los miles de traidores que se vendieron al barbudo criminal…”  

Igual que cuando Quevedo y Bohemia se plegaron ante el castrismo algunos medios de comunicación en México han hecho lo mismo: unos por interés público y cínico como cuando Rocío Nahle e Irma Eréndira Sandoval utilizaron, desde su Consejo Editorial, cierto Diario que gozaba de prestigio nacional a su conveniencia hace seis años; otros por complicidad criminal histórica, como negocio, con regímenes violadores de derechos humanos al amparo de la misma superchería política; y algunos más por miedo al embate socialista pasan por alto esta lección y hacen campaña al régimen y a su candidata, pensando que con ello evitarán represalias, olvidando su responsabilidad como informadores de la verdad y el hecho de que los tiranos no suelen tener lealtades, ni respeto ni memoria a la hora de hacerse del poder. 

Publicación anteriorDonald Trump declarado culpable en Nueva York
Artículo siguienteExgobernador del Edomex, Alfredo del Mazo, fuera del PRI
Enrique Sada
Catedrático investigador multigalardonado. Condecorado Caballero de la Orden de San Miguel del Ala por la Casa Real de Braganza en 2005. Ganador del Premio Internacional Conde Emmanuel Las Cases 2007 por la Sociedad Napoleónica Internacional y del Premio Internacional de Ensayo Hispanoamericano Cartagena de Indias 2010 en Colombia sobre la Independencia de la América Española en los festejos del Bicentenario, entre otros.

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!