El estado de Guerrero se encamina a representar la realidad en la que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador va a dejar nuestro país.
El colapso social y de seguridad que viven los guerrerenses se ha agudizado tras el paso del huracán Otis, tragedia que desnuda la realidad que sufren no solo los habitantes del puerto, también en la sierra, en tierra caliente, en Taxco, Iguala, Chilpancingo y un largo etcétera.
Hoy la Iglesia Católica se reúne con los líderes de las organizaciones criminales para mediar una tregua que permita recuperar un poco de paz en el estado. Paz que el gobierno estatal y federal han sido incapaces de brindar a sus habitantes. Una tregua que permitiría la reanudación de clases y la normalización del transporte público y comercio en Acapulco y Taxco ciudades que aportan 70% del PIB estatal, si colapsan estas ciudades el estado también.
Por ello hay en el puerto de Acapulco más de 13,700 elementos de las FFAA y Guardia Nacional para garantizar que las ayudas lleguen a los afectados y sobre todo la seguridad de turistas y acapulqueños. Se estima que esta presencia será permanente. El total de efectivos destinados para todo el estado es superior a los 25 000 elementos en apoyo permanentemente para Guerrero.
Para dimensionar esta fuerza de tarea hagamos una comparación, Acapulco tiene 850 000 habitantes y Guerrero es el segundo estado más pobre del país. Es la décima ciudad con más homicidios del mundo. 65.6 por cada 100 000 habitantes acorde con el reporte 2023 de la organización World Estatistics, con 465 personas asesinadas en 2023
El Estado mexicano ha puesto más elementos en labores de seguridad en este puerto que la suma de las otras 8 ciudades que aparecen entre las primeras 10 a nivel mundial. En el ranking aparecen en orden descendente Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, New Orleans, Juárez y Acapulco.
Este es el tamaño de la inseguridad que viven día a día sus habitantes. Inseguridad que las autoridades estatales y federales históricamente no han podido resolver, la espiral de violencia, extorción, homicidios, falta de autoridades, abandono y corrupción que padecen los guerrerenses no solo no acaba, va empeorando y amenaza con colapsar el estado.
Este gobierno está consiente de la problemática en Guerrero, el número de efectivos y personal que hay en la zona así lo indica.
Pero no es suficiente.
Sin un acuerdo de todos los actores sociales y económicos, sin un cambio de políticas públicas enfocado a terminar con las carencias históricas de sus pobladores, sin un verdadero esfuerzo por rescatar a Guerrero, no se va a solucionar esta tragedia, tragedia que ya no es posible seguir ocultando debajo de la alfombra, es tal la descomposición que ya no se puede seguir minimizando o esconderla con otros datos y cifras.
Napoleón perdió las batallas de Leipzig y Waterloo, esta ultima marco su derrota definitiva.
Hoy Guerrero, con toda su problemática nos retrata el país que el presidente nos ha querido ocultar, un país a punto de caer merced de los grupos criminales, delincuentes que controlan cadenas productivas, extorsionan, roban, trafican, imponen autoridades, someten policías, asesinan sin que el Estado pueda controlarlos.
Guerrero es la fotografía de nuestra realidad en el fin de sexenio lopezobradorista.
