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La organización ambientalista Greenpeace criticó fuertemente este sábado el ingreso de Brasil a la OPEP+ y señaló que la decisión es incoherente con el discurso climático que el país promueve en la cumbre del clima que se celebra en Dubái.
De acuerdo con la ONG, esa contradicción puede poner en jaque el objetivo de la potencia sudamericana de exigir objetivos más ambiciosos a los países desarrollados.
“Brasil dice una cosa, pero hace otra en la COP28. Es inaceptable que el mismo país que dice defender el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C anuncie ahora su alineación con el grupo de los mayores productores de petróleo del mundo”, dijo Leandro Ramos, director de programas de Greenpeace Brasil, citado en un comunicado.
Según el activista, aunque se desconoce cuál será el formato de la participación de Brasil en la OPEP+, se sabe que la OPEP funciona como un cártel que influye en el precio internacional del petróleo para controlar la oferta de crudo.
Para Ramos se trata de una decisión completamente equivocada y peligrosa, que se da en momentos en los que la potencia sudamericana debería preocuparse por acelerar la transición energética del país y crear planes para eliminar progresivamente los combustibles fósiles.
“No basta con comprometerse con la deforestación cero, el Gobierno brasileño debe adoptar una postura contra los combustibles fósiles si quiere asumir un papel de liderazgo climático mundial”.
La confirmación del ingreso de Brasil a la alianza de productores de petróleo OPEP+ la hizo este sábado desde Dubái el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo que en ese mecanismo el país va a defender la importancia de superar la política de combustibles fósiles.
La OPEP+ anunció la adhesión de Brasil, a partir de enero de 2024, en su última reunión celebrada en Viena el pasado jueves, pero desde entonces las autoridades brasileñas solo habían informado que habían recibido una invitación que estaba en estudio.
Con información de EFE
