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Vivimos en un país que se ha acostumbrado al horror.
¿Hoy podemos amanecer con otros 67 muertos que produce la violencia cada día y seguir desayunando tan tranquilos?
¿Cuál es el límite de nuestra capacidad para decir basta?
Como mexicanos siempre hemos tenido una historia de violencia que nos acompaña en nuestras vidas, hechos que perturbaron la paz y atrocidades que marcaron nuestra historia. Condenamos la matanza de estudiantes en Tlatelolco, la represión y muertes durante la guerra sucia, las torturas ha guerrilleros y militantes de izquierda, la falta de garantías a los presos del país, los secuestros, los abusos policiales, los abusos de las Fuerzas Armadas, la desaparición de estudiantes, un largo etcétera que en su momento como sociedad hemos denunciado y exigido se castigue a los responsables.
Hoy la violencia es parte natural de nuestras vidas, vivimos y convivimos con miles de muertes, robos y desapariciones. En el México de hoy puedes salir de fiesta en Polanco y morir en el Estado de México por solo 40 000 pesos, o de una fiesta en un poblado de Jalisco y acabar asesinado con tus amigos en video. Ante los más de 160 000 muertes violentas que se han contabilizado en este sexenio, las 156 000 del sexenio anterior nos hemos acostumbrado a vivir con estas cifras de terror, hoy ya no causa indignación saber los hallazgos de fosas clandestinas, de las desapariciones de migrantes o mexicanos, nada nos sorprende ya.
¿Se ha acabado nuestra capacidad de decir basta?
Como ciudadanos tenemos que ser muy críticos de lo que está pasando en materia de seguridad en nuestro país, si seguimos aceptando estas cifras, si el conteo de muertes, secuestros, feminicidios y desapariciones sigue subiendo, ¿cuál es el límite?
¡Dónde ponemos la raya para empezar a indignarnos y exigir una solución!
Este Gobierno ha sido muy hábil en trasladar su ineficiencia e ineptitud en el combate a la violencia hacia el pasado. Ellos que nos prometieron solucionar el problema en 100 días, en 6 meses hoy nos dicen que es culpa del pasado. Ellos que trabajan todos los días, que se reúnen cada mañana para resolver la inseguridad, ellos que han invertido recursos, equipos, hombres como ningún otro Gobierno, no logran parar la violencia en nuestro país.
Nosotros como ciudadanos debemos tomar conciencia de la perdida de nuestras libertades y seguridad, el deterioro de nuestra calidad de vida, el costo extra que significa pagar extorsiones, piso, robos. Y sobre todo la verdadera tragedia en las muertes que se siguen acumulando en este país.
El 5 de junio de 1989 un solo activista chino se paró enfrente de un tanque T59 en la avenida Chang’an para protestar por la matanza de estudiantes ocurrida en Tiananmén, un solo hombre dijo basta y el mundo lo escuchó.
¿Como mexicanos, como ciudadanos cuándo vamos a decir basta?
