La Inmaculada en Código: Filtraciones

[responsivevoice_button voice=”Spanish Latin American Female” buttontext=”Escuchar”]

¿Cuándo las filtraciones de documentos oficiales o conversaciones privadas son buenas o cuándo son malas? Esta pregunta viene a colación porque este fin la periodista Peniley Ramírez basó su columna “Linotipia” de Reforma en unas desgarradoras conversaciones de WhatsApp en las que con lujo de detalles los Guerreros Unidos describían como asesinaron y desaparecieron a 43 normalistas de Ayotzinapa.

Ramírez obtuvo copia del informe completo, sin testar, que la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa había dado a conocer hace unas semanas. Inmediatamente, su texto fue condenado. El subsecretario Alejandro Encinas dijo vía Twitter: “Condeno la lamentable filtración de la información entregada a la @FGRMexico por la Comisión de #Ayotzinapa. Es absolutamente irresponsable y una falta de respeto a los padres y madres de los estudiantes desaparecidos” y añadió: “Solicito a la @FGRMexico que inicie una indagatoria para identificar y castigar a quien resulte responsable de esta grave filtración”.

Es decir, este gobierno federal condena a la periodista por solamente publicar lo que está en expediente, pero aplaude y utiliza las grabaciones que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, divulgó sobre los malos manejos de Alejandro Moreno, líder nacional del PRI.

Se desagarraron las vestiduras y condenaron a la periodista porque hizo lo que debe hacer el periodismo, tratar de llegar a la verdad, pero defienden a Julian Assange por hacer exactamente lo mismo con el gobierno estadounidense. Así el tamaño de la hipocresía.

El caso Ayotzinapa se le hizo engrudo a este gobierno por querer, como lo hizo la administración de Enrique Peña Nieto, darle vuelta a la página. Este fin de semana también se supo que La Fiscalía General de la República había solicitado la cancelación de al menos 21 de las 83 órdenes de detención que la unidad que investiga el caso Ayotzinapa pidió a mediados de agosto, entre ellas las giradas a 16 militares.

Andrés Manuel López Obrador y su gobierno tienen mucho que explicar tras la información dada a conocer este fin de semana. Lo que es un hecho, es que el caso de Ayotzinapa no lo podrá tratar como cualquier otro, es algo que no se resuelve con una declaración en su mañanera. La semana pasada durante las protestas, los manifestantes le dejaron ver que aquí “ni perdón ni olvido”. 

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!