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La canícula es un período de tiempo caracterizado por altas temperaturas y escasez de lluvias, que suele presentarse durante el verano en diversas regiones del mundo.
En países como México, Centroamérica y el sur de Estados Unidos, la canícula se manifiesta como una etapa de clima seco y muy caluroso.
Durante este fenómeno, las temperaturas suelen aumentar significativamente, superando los 30 grados Celsius e incluso alcanzando los 40 grados en algunas áreas.
Además, la falta de precipitaciones contribuye a un ambiente seco y árido, lo que puede afectar tanto a la vegetación como a los cuerpos de agua.
La canícula tiene diversas consecuencias en el entorno y en las actividades humanas. Por un lado, puede provocar la sequía de cultivos y la escasez de agua, lo que afecta a la agricultura y la ganadería.
Por otro lado, el calor intenso puede generar riesgos para la salud, como insolaciones, golpes de calor y deshidratación, especialmente en grupos vulnerables como niños, personas mayores y aquellos que realizan trabajos al aire libre.
Durante la canícula, es importante tomar precauciones para protegerse del calor excesivo. Se recomienda mantenerse hidratado, evitar la exposición prolongada al sol, usar ropa ligera y protegerse con sombreros o sombrillas.
Asimismo, es fundamental estar atentos a las recomendaciones de las autoridades locales y tomar medidas para conservar el agua.
Cabe aclarar que la canícula se presenta, regularmente, durante los meses de julio y agosto, y es independiente a las olas de calor que se han registrado en las últimas semanas en el país.
