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El secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, México, por presuntos sicarios del Grupo Escorpión, una facción armada del Cártel del Golfo, ha causado preocupación en Estados Unidos y ha puesto en alerta a las autoridades de ambos países.
Según informes de diversos medios, los cuatro ciudadanos estadounidenses fueron atacados mientras viajaban en una furgoneta blanca con placas de Carolina del Norte. La madre de una de las víctimas, Latavia “Tay” McGee, afirmó que su hija viajó a México para someterse a un procedimiento médico cosmético, acompañada por su primo Shaeed Woodard y dos amigos, Zindell Brown y Eric James Williams.
A pesar de la advertencia de su madre de no viajar a México, Latavia insistió en que estaría bien. Sin embargo, después de comunicarse con su madre y decirle que estaba a solo 15 minutos del consultorio del médico, la comunicación se cortó y no se supo nada de ellos hasta que se informó del secuestro.
FBI mantiene oferta de recompensa
El FBI ha ofrecido una recompensa de 50 mil dólares por cualquier información que conduzca al paradero de los secuestrados y a la captura de los responsables del delito.
La Casa Blanca, por su parte, ha considerado inaceptable el secuestro y ha afirmado que está trabajando en coordinación con las autoridades mexicanas para que los responsables rindan cuentas ante la justicia.
