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Recientemente el ejercito mexicano ha sufrido una serie de pérdidas de personal que sin duda han afectado la moral y la manera en la que se van a plantear sus futuras operaciones en zonas de conflicto.
Los mandos militares son parte fundamental de la operación diaria de nuestras Fuerzas Armadas (FFAA), son el ejemplo a seguir de como debe ser un soldado. Ellos predican con el ejemplo y su tropa siempre será un reflejo fiel de las cualidades o defectos que un jefe tenga.
La perdida de un general en un operativo a manos de delincuentes es un muy duro golpe para toda la institución, normalmente incluso en combate el perder a un mando de ese tamaño es casi imposible de prever o de dimensionar. Los generales desarrollan la estrategia y los oficiales y tropa la ejecutan, son ellos quienes cargan con los riesgos que conlleva la operación.
El coordinador de la Guardia Nacional para Zacatecas murió en un operativo, aparentemente sin mayor riesgo, encabezando las acciones el general Urzúa Padilla cayó peleando, hecho lamentable que pega en la moral de toda la institución.
No ha sido la única baja de un mando superior. El coronel José Isidro Grimaldo se encuentra desaparecido, cuando regresaba de sus vacaciones fue interceptado por un grupo criminal y no sabemos su paradero. Un hecho inaudito que desaparezca un mando en esas circunstancias. La Sedena sigue en su búsqueda.
Dos coroneles más han muerto asesinados por el crimen organizado recientemente, el comandante Juan Moreno Orzua murió con sus 4 de sus escoltas en una emboscada. Ellos acudían en apoyo al operativo para detener a Ovidio Guzmán en Culiacán. En esta operación murieron 9 elementos más y 35 resultaron heridos. En lo que ha sido el enfrentamiento más fuerte que han tenido nuestras FFAA contra la delincuencia organizada.
En otro enfrentamiento en Michoacán contra bandas criminales murió el comandante Héctor Miguel Vargas, los elementos realizaban un patrullaje y fueron emboscados, seis soldados más resultaron heridos. El Coronel fue la única baja.
Es inusual la cantidad de mandos que han dado su vida por la seguridad de México, no cabía en la imaginación que grupos criminales atentaran contra un alto mando militar. Primero por la baja exposición que normalmente tienen, su función es planear y supervisar la ejecución de sus órdenes, no estar al frente de las operaciones. El comandar desde la vanguardia es una decisión personal y de liderazgo. Segundo, había una regla no escrita sobre no atentar contra las FFAA y mucho menos contra altos mandos militares. Evidentemente este pacto se ha roto y obliga a replantear la estrategia de mando no solo para futuras operaciones, estrategias de protección para jefes y personal operativo.
Desde que inició la ofensiva militar contra el narcotráfico en México han muerto más de 750 militares y cerca de 250 han resultado heridos, soldados y marinos que hicieron el mayor sacrificio por su país
El presidente Andrés Manuel López Obrador, como comandante supremo de las FFAA, finalmente ha expresado sus condolencias por estas lamentables perdidas, es alentador que reconozca el sacrificio que hicieron estos elementos por México.
