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El Partido Comunista de China prometió perseguir las actividades de infiltración y sabotaje de fuerzas hostiles tras las mayores manifestaciones callejeras registradas en décadas.
El comunicado publicado por la Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales seguía a un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad para disuadir de nuevas protestas tras las celebradas el fin de semana en Beijing, Shanghái, Guangzhou y otras ciudades.
Aunque no mencionaba de forma directa las protestas, el comunicado recordaba la determinación del partido para reafirmar su autoridad.
Cientos de camionetas y vehículos blindados con luces encendidas se veían estacionados, mientras policías y fuerzas paramilitares realizaban controles aleatorios de identidad y registraban los celulares de la gente en busca de fotos, apps prohibidas y otras posibles pruebas de que hubieran participado en las marchas.
Se desconoce cuántas personas fueron detenidas durante las manifestaciones y en acciones policiales posteriores a estas movilizaciones.
Con información de AP