Las primeras planas de los periódicos de la semana que terminó son un resumen de la pesadilla que vivió el país en muchos frentes.
El 14 de agosto, los medios replicaban el nuevo intento del presidente por violentar la Constitución: “GN será parte de la Sedena, por decreto” (Excélsior); “AMLO pasaría sin reforma Guardia Nacional a Sedena” (El Financiero). Nuevamente la ley quedando en segundo término y un paso más hacia una militarización que no augura nada bueno.
El miércoles 15, reflejaban las malas noticias en materia económica: “Inflación no afloja. La inflación general de julio fue de 8.15% anual” (El Economista); “Inflación llega a 8.15% y se coloca como la más alta desde 2000” (Publimetro). Esto obligo a Banxico a elevar su tasa de interés interbancaria a 8.50 por ciento.
A partir del jueves y hasta el domingo la prensa se bañó de sangre. “Pillada su cita secreta, narco golpeó Jalisco y Guanajuato” (Milenio); “Noche de terror. Reacciona con rabia y fuego el CJN tras detención de jefes” (La Crónica); “Prenden Juárez; hay 10 muertos” (Reforma); “Ahora arde Juárez: asesinaron a ocho”, “IP exige paz… y las quejas llegan a BC” (Excélsior); “Delincuentes extienden el terror contra civiles en la frontera norte” (La Jornada).
Es decir, en todos los sectores se reportaron malas, muy noticias, lo que se suma a la tragedia de la mina en Coahuila, las recurrentes notas sobre corrupción y para acabarla, un helicóptero de operativos especiales de la Marina fue descubierto atendiendo una muy delicada misión, la de transportar a la tortuga “Pachichocho”, la mascota del equipo de beisbol los Olmecas de Tabasco.
Así una semana negra, con información roja y un gobierno gris. Lamentablemente en ninguno de estos tres aspectos: el institucional, el de seguridad y el económico, las cosas apuntan para mejorar.
