El pleito es con el presidente

¿De qué tamaño es el odio que se ha generado en el país, que el hijo menor del presidente se ha convertido en flanco constante de agresiones en las redes sociales?  

El fin de semana se publicó/filtró una foto del mandatario en el juego de béisbol que tuvo el pasado jueves, en el que se aprecian varios jugadores y su hijo Jesús Ernesto López de 15 años. Esto fue suficiente para que una vez más, las redes sociales hicieran escarnio del menor debido a su peso.

Como ha sucedido desde el principio del sexenio las redes se dividieron entre los que atacaron al joven y quienes los defendieron con el #ConlosNiñosNo. Los primeros trayendo a cuento la desgracia de los niños con cáncer y la falta de medicamentos o la situación que vivieron los hijos de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña a quienes también se criticaba. Los segundos, señalando que era una bajeza y cobardía los ataques a un niño por su físico.

No es justificable en ninguna circunstancia que la aversión que se tenga con el presidente sea trasladada a su hijo menor. No fue correcto cuando hubo quien se metió con los hijos de Calderón y Peña y no lo es hoy.

Pero, además, habría de preguntarse ¿quién y por qué filtran las fotos o los videos del joven? ¿piensan que esto puede pegarle de alguna manera al presidente tabasqueño? Quien considere esto debería pensarlo dos veces, pues lo único que genera es que el mandatario se victimice.

Este domingo, Andrés Manuel López Obrador señaló: “Ayer mi pobre hijo, que lo amo, Jesús, está excedido de peso, ya saben ustedes la edad de la adolescencia, cómo es, sale una foto y con saña lo atacan. Eso es una cobardía, el problema es conmigo, no con él. Hasta en las verdaderas mafias se respeta a la familia” y añadió: “es su grado de desesperación, porque no pueden…porque no le tienen amor al pueblo. Cuando se le tiene amor al pueblo, a la gente, sobre todo para los pobres y apoya al gobernante. Esa es la fórmula, por eso, aunque sigan las campañas negras, las calumnias, vamos a salir siempre ilesos”.

En efecto, el pleito es con él, no con Jesús Ernesto.

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