El presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue empeñado en no confrontarse con los grupos criminales que acechan nuestro país, ha expresado su voluntad de respetarles sin importar el peligro que expone a las fuerzas armadas y Guardia Nacional. Estrategia que hasta ahora ha dado nulos resultados y ha empoderado a los criminales que cada día encaran abiertamente a soldados, marinos.
Los hechos recientes en Michoacán y Guerrero donde se persigue a las FFAA o se les insulta amenaza y desarma son una bomba de tiempo que va a explotar.
Ser policía o militar hoy en México es ser sujeto de insultos y vejaciones, la autoridad que te confiere el Estado para ejercer la ley no cuenta para criminales o la sociedad cooptada por ellos. En el mejor de los casos se retiran y evitan las pedradas, insultos y vejaciones que conllevaría intentar hacer valer la ley y el estado de derecho. Se ha vuelto común para estas personas el desarmarlos y golpearlos pues saben que la instrucción es no responder, aguantar lo que venga. Las imágenes de estos sucesos están todos los días en medios, imágenes que ven otros policías, marinos y soldados.
¿Es esto lo mejor para México?
El ser humano es impredecible cuando está bajo estrés, algún peligro o tiene miedo. Sólo una disciplina férrea evita que los soldados huyan ante un enemigo que les dispara o quiere hacerles daño, el primer impulso siempre es huir del peligro, el entrenamiento militar revierte ese impulso por el de quedarse y pelear tal como lo señala Dave Grossman en su libro On Killing.
¿Qué va a pasar cuando uno de estos militares crea que su vida o la de sus compañeros corre peligro por que les están diciendo que los van a matar? Cuando por cansancio, temor o simple reacción dispare su arma y sus compañeros reaccionen igual al pensar que los están atacando. ¿Cómo va a responder la tropa si atacan a su comandante o compañeros? La creciente proximidad de elementos hostiles contra elementos de las FFAA o GN va a detonar un incidente de esta naturaleza y podría ser muy pronto si se siguen dando este tipo de eventos.
El pensar que nuestros soldados, marinos y nuestros policías deben poder aguantar estas amenazas a su vida y vejaciones es muestra de nunca haber estado en una situación así y temer por su vida.
Pedirle a un muchacho de 20 años que aguante golpes y permita que criminales con intenciones hostiles le quiten su arma, cuando ha visto escenas de policías masacrados y vejados en las redes sociales, ¿quien le garantiza que no le va a suceder lo mismo?
Los altos mandos deben estar conscientes de esto, los imagino dando órdenes muy estrictas y precisas a la tropa sobre esto. Aun así, un elemento de la GN disparó contra un camión que no acató órdenes en un reten, otro dispara contra una camioneta y mata a un joven y hiere a otro. Esto no es la GN disparando indiscriminadamente contra la población, son soldados que actuando por su cuenta perdieron el control y la disciplina y dispararon sin medir las consecuencias.
Este tipo de comportamientos va a seguir sucediendo, ya sea que los elementos sobre reaccionen y disparen sin agresión o peligro inminente. lo que será condenable y inexcusable. Entre más contacto se tenga con grupos hostiles y no se pueda establecer el respeto hacia nuestras autoridades no hay forma que las FFAA o GN puedan controlar a sus elementos si estos se sienten amenazados, tienen miedo o creen que su vida está en peligro.
El seguir así es buscar la masacre que viene. Me pregunto: ¿De quién es la culpa?