La verdad de la Verdad Histórica en el caso Ayotzinapa

En un escenario que se antojaba surrealista, Epigmenio Ibarra—el cineasta a sueldo y porrista del régimen cuatrotero—intentó emprender una discusión larga y estéril en contra del periodista Ciro Gómez Leyva, con quien por razones que desconocemos tiene poco tiempo compartiendo espacio en su programa semanal.

En una escalada de falacias y hasta acusaciones personales contra el periodista y su equipo de investigación, de las que se tuvo que deslindar públicamente, el autor del panegírico documental Una obra del pueblo—donde intenta vender el disfuncional Aeropuerto Felipe Ángeles como “obra magna”—se desgañitó durante 30 minutos que se alargaron para el televidente, exhibiéndose no solo en su parcialidad y desconocimiento sobre la tragedia que involucra la desaparición y muerte de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a diferencia del equipo de Ciro que conocía de sobra los más de 20 tomos sobre el caso—mismos que la actual Fiscalía General de la República restringe en su consulta—en lo que el propagandista del presidente López trataba inútilmente de deslindar como responsables a quienes se encontraban entonces al mando de la Marina y el Ejército Mexicano en el Estado de Guerrero por fungir como altos funcionarios de la SEDENA en el actual Gobierno Federal.

Perdiendo la compostura y arguyendo: “¿Por qué Peña Nieto no desplegó las fuerzas federales inmediatamente?, ¿a ver por qué?”, preguntó Epigmenio ante el grupo de periodistas de Imagen TV, quienes le respondieron sobre los responsables directos en la presente Administración, a la que apoya el productor de Argos.

Sin embargo, si de responsabilidades se trata, ambos perdieron de enfoque un punto de suma importancia en lo que corresponde a la desaparición de los normalistas asesinados y es el hecho de que quien impuso como candidato y alcalde de MORENA en Iguala a José Luís Abarca junto con su esposa María de los Ángeles Pineda—responsables directos de haber dado la orden de entregar a los estudiantes al grupo criminal “Guerreros unidos”—fue nada menos que el mismo López Obrador, pese a la protesta de muchos simpatizantes suyos en la entidad; y que el primer lugar a donde este matrimonio huyó para protegerse fue nada menos que a la Ciudad de México, donde encontró apoyo y protección por parte de gente vinculada al gobierno capitalino: mismos que ahora cobran en nómina del Gobierno Federal.

Twitter: @sada_enrique

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