La Agencia de armas tabaco y alcohol (ATF) dependiente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es la agencia encargada de supervisar la venta de armamento dentro de territorio norteamericano, ellos supervisan la regulación y rastrean armas y explosivos que se usan en actividades criminales.
Sus agentes especiales realizan investigaciones para proteger a los Estados Unidos de terrorismo doméstico e internacional, trabajan con policías federales y locales para reducir los crímenes con armas de fuego a nivel nacional.
“La ATF protege al ciudadano de delitos que involucran armas de fuego, explosivos, incendios intencionales y el desvío de productos de alcohol y tabaco, regula el comercio legal de armas de fuego y explosivos, y provee ayuda mundial a agencias de ley y orden, de seguridad pública y del sector”.
Fundada en 1972 dependiendo del Departamento del tesoro, desde 2003 está en el Departamento de Justicia.
En la actualidad emplea a más de 5,000 agentes especiales y tiene un presupuesto superior al 1billón de Dólares anuales. Tiene oficinas en casi todos los Estados Unidos y representación internacional permanente en Colombia, Canadá, El Salvador, Irak, El Caribe y México.
Todos los agentes de ATF tienen acceso Top Secret Clearence y la mayoría acceso a niveles de secretos de seguridad superiores como programas de acceso especial y información sensible.
Son 2,400 agentes especiales de investigación los que realizan investigaciones de campo y se encuentran catalogados dentro de los mejores elementos en el sistema de justicia Norteamericano.
Estos agentes deben pasar por un exhaustivo control de antecedentes y una investigación muy detallada antes de poder ingresar a la agencia.
Una vez que son aprobados deberán cursar un curso de 12 semanas como investigadores criminales impartido por el Departamento de Seguridad de la Patria DHS en donde se les enseña habilidades como bases de tiro, conducción de entrevistas, vigilancia, manejo de la escena del crimen y procedimientos de la corte.
La segunda parte dura 15 semanas y se concentra en el entrenamiento básico para agente especial y más específico. Cubre materias como; identificación de armas de fuego y municiones, técnicas de entrevista, investigación e identificación de explosivos y fuego, combate en espacios cerrados, etc…
Al terminar llevan otras 10 semanas para aprender como opera la industria, licencias y permisos, investigaciones especiales.
Tienen la misión de supervisar a los 67,000 comerciantes de armas legalmente registrados en los Estados Unidos, para dimensionar la tarea en comparación hay 14,000 restaurantes de Mcdonalds en todo USA.
Dentro de sus misiones esta el impedir que se vendan armas ilegalmente dentro de su territorio y rastrear y sancionar a los comerciantes que las vendan.
Tarea difícil el impedir los asesinatos si vemos que el 83% de los asesinatos en masa cometidos en este país entre 2003 y 2021 se usaron armas legalmente compradas!
Además lo poderosa Asociación Nacional del Rifle NRA cabildea dentro de los congresos locales y federal para mantener una política y leyes que sigan permitiendo a los Estadounidenses adquirir armas de fuego prácticamente sin ningún control o regulación.
La NRA donó 30 millones de Dólares a la campaña de Trump quién en su mandato apoyo la libertad de comprar armas sin restricciones.
El 41% de las 200,000 armas que ingresan a México ilegalmente lo hacen por Texas, otro 19% por California que además es de los estados con mayor venta de armas en los Estado Unidos a pesar de tener una de las legislaciones más restrictivas de su país.
El 70% de las armas de fuego usadas en crímenes en México fueron compradas legalmente en USA.
El reto se antoja formidable para esta pequeña agencia dentro de su país y con enemigos tan poderosos como la NRA y varios congresistas que insisten en mantener las leyes como están ahora a pesar de las evidencias del daño que provocan dentro de su país y en otros países como México.
Una tarea que se vuelve cada día más difícil por el enorme mercado gris y los vacíos legales que tiene la ley al respecto, donde se venden armas entre particulares sin ninguna restricción.
Otro gran problema que enfrentan es las nuevas armas “Fantasma” Armas que son moldeadas por computadora en talleres artesanales y no dejan ningún rastro. Se han localizado varios de estos talleres en México lo cual puede volver la compra de armas obsoleta, ya que son más baratas de producir e imposibles de rastrar. También la compra legal de partes y componentes que después se ensamblan en lo que se conocen como armas “Frankenstein” que las hace imposible de rastrear.
Es una agencia odiada por todos y con pocos éxitos que presumir en su currícula, no hay que olvidar las operaciones desastrosas e ilegales que costaron la vida de muchos mexicanos donde permitieron vender e ingresar 2,000 armas a nuestro país sin lograr ningún arresto significativo. Solo 18 agentes de la ATF fueron procesados por este fracaso y actualmente el gobierno mexicano procesa a altos mandos de la desaparecida PF por su supuesta participación en estos operativos.
Sin embargo hoy día la ATF es nuestro mejor aliado para frenar el tráfico ilegal de armas a México.
