Un premio a la ineptitud en México: la Orden de Miguel Hidalgo

A lo largo de la Historia de las naciones el justo reconocimiento al mérito y la virtud de aquellos hombres y mujeres que se han distinguido por sus luces o conocimientos—e incluso por su heroísmo, en aquellos casos en donde se ha arriesgado o entregado la vida misma en aras del Bien Común o de salvar a otros—se ha venido a patentar a través de cierto tipo de galardones como lo son las Órdenes de Caballería y muy diversas Órdenes de Estado.

De hecho, todos los países civilizados del mundo; desde los reinos o principados más prestigiados como Gran Bretaña, España,Suecia, y hasta repúblicas bananeras como Corea del Norte o Venezuela, contaron desde su inicio con dichas distinciones.

En México, desde la imposición del régimen “revolucionario”, el Estado se había negado a reconocer—salvo la Medalla Belisario Domínguez, por parte del Senado, y la espantosa Orden del Águila Azteca, para premiar solo a extranjeros colaboracionistas con el Gobierno en turno—cualquier tentativa de mérito a sus gobernados hasta la repentina aparición, este sexenio, de la llamada Orden de Miguel Hidalgo, como una ocurrencia por parte del presidente.

Como precedente que llena un enorme vacío desde el siglo XX y lo que va del XXI bien se puede aplaudir este esfuerzo—independientemente de que dicha condecoración, diseñada por artesanos oaxaqueños, parezca una copia casi al carbón de la Medalla al Servicio Meritorio de los Estados Unidos y de la Orden del Águila Mexicana del emperador Maximiliano I de México, por sus colores de banda—por que en teoría abre las puertas, por primera vez en más de 150 años, a que el Estado reconozca al fin valor alguno entre los más de 130 millones de ciudadanos que conforman este país.

Lo deplorable en este caso es que dicha condecoración se haya sobajado y estrenado públicamente: no para reconocer mérito o virtud alguna sino para que el Gobierno Federal homenajeara, no a un ciudadano destacable sino a un burócrata deplorable como Jesús Seade Kuri; Subsecretario de la América del Norte, quien se retira con la grave responsabilidad de no haber revisado siquiera el contenido del T-MEC antes de su firma (que sustituye al TLCAN), entregándole a Trump y al gobierno de los Estados Unidos toda la industria automotriz mexicana.

Twitter: @sada_enrique

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Código Libre.

3 Comentarios

  1. Enrique sada :
    Seguramente has sido galardonado tal vez, sin embargo xq cambias en parte la historia de México, aquí hablas de M. Hidalgo y terminas criticando a kuri.
    MEJOR xq no haces fuertes señalamientos de Fox, Calderón, Peña nieto y aun de López Obrador y haber k pasa. No ganes con los k ya no hablan.

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