La variante delta del Covid-19 está causando un aumento de hospitalizaciones en los estados que abarcan las Montañas Rocosas y avivando brotes perjudiciales en el norte de Estados Unidos, una señal preocupante de lo que podría desatarse este invierno en el país.
Si bien las tendencias mejoran en Florida, Texas y otros estados del sur que sufrieron la peor parte del incremento de contagios en el verano, resulta evidente que la variante delta no ha terminado en Estados Unidos.
Para el invierno, el virus parece dirigirse al norte y al oeste, a medida que la población opta por los espacios interiores, cierra sus ventanas y respira aire encerrado.
En años recientes, una universidad en Vermont suspendió las reuniones sociales luego de un incremento en contagios relacionado con las fiestas de Halloween. Las autoridades de Boston cerraron una escuela primaria para controlar un brote.
Los hospitales en Nuevo México y Colorado se han visto rebasados de pacientes.
Con información de AP