Fundada como primer Institución académica de la América continental, la Real y Pontificia Universidad de México como universidad del Virreinato de la Nueva España fue creada por Real cédula del Emperador Carlos V en la ciudad de Toro el 21 de septiembre de 1551, inaugurándose el 25 de enero de 1553.
Dotada con el lema Patriaescientiae que amor salus populi est (El amor a la Patria y al conocimiento son la salud del pueblo) tuvo que saber hacer frente al despotismo sin lustre del Borbonismo decadente a partir de Carlos III lo mismo que a los múltiples intentos de Valentín Gómez Farías y su camada de pseudoliberales “all american”—cuyos amos en Washington no estaban muy conformes con que hubiera en México una institución que antecedieray rivalizara con Harvard—logrando sobrevivir de algún modo a la revolución mexicana y al callismo incluso, en la figura de la Universidad Nacional primero y como Universidad Nacional Autónoma de México después.
Hoy por hoy, la Máxima Casa de Estudios del país vuelve a ser objeto de ataque directo por parte del presidente de la República bajo el pretexto de que dicha institución se volvió “burguesa” y “neoliberal” (sea lo que sea que signifique esto desde el imaginario propio de la superchería política de izquierda).
Sin embargo, esta embestida por parte de López pareciera deberse a otras razones de fondo tales como la celebración de elecciones para Rector—cuya manipulación parece escaparse de las manos del tabasqueño—al igual que por razones económicas; esto es, por no tratarse de un jugoso negocio familiar como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y demás elefantes blancos a los que ha financiado desde el erario en detrimento de invertir en la educación pública, tal como hizo con otras instituciones como el CIDE y el Instituto Mora—no obstante estar lleno de comunistas y simpatizantes suyos—a las que estuvo a punto de desaparecer, quitándoles presupuesto poco antes de la pandemia.
En fin, nada que justifique su inquina más que la avidez de hacer negocios.
No obstante, si acaso algo se le puede reprochar con justicia a la UNAM fue el haber permitido en su momento que un alumno reprobado y faltista, como el actual presidente, se graduara de sus aulas… 14 años después de haber ingresado.
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