El debate sobre la regulación del consumo de tabaco y los productos alternativos al cigarro convencional es un tema vigente en la agenda legislativa mexicana.
Juan José Cirion Lee, presidente de México y el Mundo Vapeando, considera que detrás de las legislaciones que buscan regular estas alternativas podría haber intereses ocultos.
Cirion Lee nos compartió la perspectiva de la organización que preside y los descubrimientos en torno a las regulaciones impulsadas en el Legislativo mexicano.
Juan José comenta que el dictamen promovido en el Congreso para regular el consumo de tabaco y prohibir las alternativas al cigarro tradicional fue “realizado en la computadora de una persona que trabaja con una ONG extranjera que promueve la prohibición de las alternativas a la nicotina”.
Derivado de esta situación ha surgido, en paralelo a la discusión de las regulaciones, la pregunta: ¿Por qué este dictamen está vinculado con una organización en contra de las alternativas al cigarro convencional?
A decir de Juan José, y otros legisladores, el dictamen sobre la regulación del consumo de tabaco y las alternativas al cigarro tradicional no debería estar vinculado con organizaciones con intereses particulares entorno a esta discusión.
El problema de la falta de regulaciones
En México las alternativas libres de humo, como vapeadores o dispositivos de tabaco calentado, no están reguladas.
Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda, entre otros, reconocen que estos productos favorecen la reducción del consumo de tabaco.
Agencias como la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), el Instituto Japonés de Salud Pública, el Instituto de Salud Pública del Reino Unido y el Instituto Federal de Alemania para la Evaluación del Riesgo han realizado estudios exhaustivos a productos como IQOS, un sistema de calentamiento de tabaco de la compañía Philip Morris International.
Estos productos tienen una menor exposición a químicos dañinos a comparación del tabaco convencional.
Ventajas y desventajas de las alternativas al cigarro tradicional
Autoridades sanitarias y gobiernos de todo el mundo señalan que las alternativas al cigarro convencional no están libres de riesgo.
Sin embargo, reconocen que estos productos y sistemas sin combustión representan una opción más segura.
Nueva Zelanda inicialmente prohibió el uso de vaporizadores, pero después decidieron incluir esta regulación en sus políticas públicas.
En Estados Unidos también llegaron a la misma conclusión y consideraron que un producto como IQOS reduce significativamente la exposición a los tóxicos del humo.
El derecho a elegir y cuidar la salud
Especialistas señalan que legisladores y autoridades deben priorizar la libertad de elección y la protección a la salud como un derecho fundamental para los ciudadanos.
Prohibir estos alternativas desencadenaría condiciones que propicien el crecimiento del mercado negro, la evasión fiscal y el acceso a menores de edad a estos productos.
