Hoy en La inmaculada electoral Vianey Esquinca, Analista Política, nos recuerda que las elecciones no están libres de sorpresas y resbalones de campaña.
Los actos proselitistas deben planearse milimétricamente, pero eso no significa que estén libres de un margen de error. Algunos candidatos han tenido algunos tropiezos sobre la marcha.
Tal es el caso del polémico aspirante a diputado federal por Tlalpan, Alfredo Adame.
El candidato de Redes Sociales Progresistas hizo gala de sus ya conocidos arrebatos y en plena cobertura de su arranque de campaña respondió a provocaciones con una mentada.
Pero las palabras antisonantes no son el único medio para mostrar las actitudes y aptitudes de un candidato. Dicen que si no tienes nada bueno que decir es mejor no decir nada.
En este escenario caen Alfonso Durazo y Evelyn Salgado, candidatos al gobierno de Sonora y Guerrero, respectivamente, por Morena.
El extitular de Seguridad Pública de México cayó en un agujero negro de conocimientos durante un reciente debate en el que fue cuestionado sobre el contexto cultural de Sonora y el candidato dijo y dijo, pero no dijo nada.
Por su parte, la recién designada candidata al gobierno de Guerrero por Morena parece carecer de la preparación requerida para un cargo de elección popular, excepto por el principal mérito que la caracteriza: ser hija del senador Félix Salgado Macedonio.
