Canadá se ha retrasado considerablemente en su campaña de vacunación porque carece de capacidad para fabricar la vacuna y depende de la cadena mundial de suministro.
A falta de un producto nacional, el gobierno del primer ministro Justin Trudeau apostó a siete vacunas fabricadas en otras partes y celebró por adelantado acuerdos de compras suficientes para obtener 10 dosis para cada uno de los 38 millones de habitantes.
Los reguladores han aprobado las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson. Ahora esta previsión parece estar a punto de dar resultados.
Estados Unidos no ha permitido exportar las cientos de millones de dosis fabricadas en el país, por los que Canadá se ha visto obligado a recurrir a Europa y Asia.
Estas dificultades han obligado a Canadá a prolongar el lapso entre la primera y segunda dosis de la vacuna hasta cuatro meses para que la primera llegue a todos.
Se espera que todos hayan recibido al menos la primera dosis para fines de junio.