Trump no modifica actitud pese a peticiones de renuncia: AP

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pasa los últimos días de su presidencia aislado y repudiado.

El mandatario afronta la posibilidad de un segundo juicio político y crecientes peticiones de que renuncie. Esto después de que sus seguidores asaltaran el Capitolio del país en un esfuerzo de interrumpir el traspaso pacífico de poder.

Aunque privado de los medios sociales, Trump intentará mantenerse a la ofensiva en sus últimos 10 días y no tiene planes de renunciar.

En lugar de eso, Trump tiene previsto arremeter contra las empresas que le han dejado sin sus altavoces en Twitter y Facebook.

Y sus colaboradores confían en que pase sus últimos días intentando defender las medidas de su gobierno. Este martes martes, con un viaje a Alamo, en Texas, para llamar la atención sobre los esfuerzos de su gobierno para combatir la inmigración ilegal.

Trump no ha asumido ninguna responsabilidad por su papel incitando a la violencia el miércoles. Además, enfrenta una rebelión de miembros de su propio partido y de los esfuerzos emprendidos para destituirle.

Un segundo senador republicano, Pat Toomey, de Pensilvania, pidió el domingo la renuncia de Trump. Esto después de que la senadora de Alaska Lisa Murkowski dijera al Anchorage Daily News: “Lo quiero fuera”.

Era un cambio drástico para un hombre considerado en su momento como el favorito a la candidatura presidencial del partido en 2024.

Gente cercana a Trump dijo que desde luego prefería que no se convirtiera en el único presidente en la historia del país juzgado dos veces. Sin embargo, Jason Miller, un asesor cercano al mandatario, señaló que la popularidad de Trump creció después de su primer juicio político.

Durante el fin de semana se acumularon las preocupaciones sobre cómo podría responder Trump, que disfruta del caos y la atención. El suceso del miércoles golpeó el corazón de la identidad del país.

Pero Trump, que en el pasado se mostró encantado por lo rápido que los mensajes que escribía en su celular se convertían en titulares no ha mostrado remordimientos. En su lugar se ha visto consumido por la ira. El estado de ánimo de Trump se ha descrito como de furia por la pérdida de su plataforma en Twitter. El mandatario se ha quedado ahora sin un medio para expresar esa ira.

Además, sigue rodeado por un menguante círculo de asesores, conforme algunos se marchan antes de lo previsto. Además, el presidente arremete contra otros, como Pence, que pasó los últimos cuatro años como su soldado más leal.

“Lo que he oído de otros republicanos es que han tenido suficiente”, dijo el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie. Un viejo amigo y asesor informal del presidente.

En declaraciones al programa “This Week” the ABC, dijo que la conducta de Trump justificaba un juicio político, señalando que “Si incitar a una insurrección no lo hace, entonces en realidad no sé qué sí”.

Con información de AP

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