Teorías de conspiración y desinformación podrían llevar los niveles de vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos y Reino Unido por debajo de las tasas necesarias.
Un estudio realizado a 8 000 personas en ambos países encontró que menos personas tomarían una vacuna contra el COVID-19 que el 55% de la población que los científicos estiman que se necesita para proporcionar la llamada “inmunidad colectiva”.
Pfizer informó el lunes que su vacuna experimental para el COVID-19 es efectiva en más del 90%, según datos provisionales de ensayos de última etapa.
Los datos fueron vistos como un paso crucial en la batalla para contener una pandemia que ha acabado con la vida de más de un millón de personas.
Las “fake news” en las redes sociales tienen un impacto negativo a largo plazo
En el estudio sobre desinformación, 3 000 encuestados en cada país estuvieron expuestos entre junio y agosto a información errónea de amplia circulación en las redes sociales sobre una vacuna para el COVID-19. A los 1 000 restantes de cada país, que actúan como grupo de control, se les mostró información fáctica sobre las vacunas.
Antes de estar expuestos a la desinformación, el 54% de los británicos dijo que definitivamente aceptaría una vacuna, comparado con un 41.2% en Estados Unidos.
Después de mostrarles la información errónea de Internet, ese número se redujo en 6.4 puntos porcentuales en el grupo del Reino Unido y en 2,.4 puntos en Estados Unidos.
Las personas sin título universitario, de grupos de bajos ingresos y que no son blancas tienen más probabilidades de rechazar una vacuna contra el COVID-19.
Las mujeres eran más propensas que los hombres a rechazar una vacuna para el COVID-19.
Encuestados en ambos países dijeron que aceptarían una vacuna si significara proteger a la familia, amigos o grupos en riesgo.