La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy que los casos de COVID-19 ya son más de 210.000 en todo el mundo y las muertes superaron la barrera de los 9.000, y lanzó un mensaje de advertencia a los jóvenes, al señalar que el coronavirus también puede ser peligroso para ellos.
“No son invencibles, este virus puede llevarlos al hospital durante semanas o incluso matarlos”, destacó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dirigiéndose a las generaciones más jóvenes, ante la impresión de que muchos piensan que el coronavirus sólo afecta a personas ancianas.
Siempre dirigiéndose a los jóvenes, para quienes el confinamiento que se han dictado en algunos de los países más afectados y otros que temen serlo resulta más difícil de cumplir, Tedros dijo que aunque no caigan enfermos “las decisiones que tomen sobre a donde van pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte para otra persona”.
“Una de las cosas que hemos aprendido es que aunque los mayores son los más golpeados por la enfermedad, los jóvenes no están exentos y hay una significativa parte de las personas con menos de 50 años que requieren ser hospitalizadas”, advirtió el médico etíope.
La señal de esperanza de su comparecencia virtual ante la prensa fue el dato de que Wuhan, la ciudad china donde se originó la pandemia, no reportó ningún caso este jueves, lo que demuestra “que incluso las situaciones más graves pueden ser revertidas”.
La batalla que Wuhan parece haber ganado al coronavirus “significa que es posible romper la cadena de transmisión, pero requiere de un esfuerzo enorme, de coordinación, de solidaridad, de trabajadores sanitarios valientes y de una cadena de aprovisionamiento que funcione”, dijo el director de emergencias el director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Ryan defendió la medida de distanciamiento social que preconiza la OMS y que implican que las personas no deben acercarse unas de otras a una distancia de menos de un metro e idealmente de 1,5 metros; y por la que algunos países han optado antes de tomar la decisión más drástica de poner a sus poblaciones en cuarentena.
Ryan explicó que una vez que se ha perdido el rastro de la cadena de contagio del coronavirus y ya no se puede identificar cada caso, entonces no hay más alternativa “que separar a todos porque no sabemos exactamente quien lo tiene”.
La distancia social hace que el contagio sea más lento y permite que los sistemas sanitarios ganen tiempo para prepararse y que las personas afectadas gravemente por el coronavirus se recuperen y dejen los hospitales, liberando lugar para nuevos enfermos.
Sobre la disponibilidad de test de diagnóstico en las cantidades que los países requieren para seguir la pista de la pandemia dentro de sus fronteras, Ryan dijo que la OMS ha distribuido 1,5 millones de unidades, pero que si se hacen proyecciones de lo que se necesitará en algún tiempo es probable que se necesiten 80 veces más.
“No se trata de duplicar o triplicar la disponibilidad de test de laboratorio, sino de aumentarlo potencialmente ochenta veces. Es un análisis extremo, pero a eso debemos apuntar”, recalcó.
Sobre la cifra de decesos contabilizados hasta ahora, Ryan señaló que 9.000 o potencialmente 10.000 fallecidos pueden no parecer mucho a algunos que lo comparan con el número de personas que fallecen por otras enfermedades, pero pidió que se recuerde la grave situación en la que el coronavirus ha puesto a hospitales de tantos países.
“Miren las unidades de cuidados intensivos, médicos y enfermeras exhaustos, sistemas enteros de sanidad que están colapsando bajo la presión de tantos casos, esto no es normal, no se trata simplemente de una mala gripe estacional”, enfatizó.