El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó la caída de un avión con 62 personas a bordo en el municipio de Vinhedo, en el estado de São Paulo. El mandatario pidió un minuto de silencio por las víctimas durante un evento en Itajaí, Santa Catarina, donde fue informado del accidente.
El avión, un bimotor ATR-72-500 de la aerolínea Voepass, se estrelló en una zona residencial mientras realizaba la ruta entre Cascavel y São Paulo. Según las autoridades brasileñas, no hubo sobrevivientes entre los 58 pasajeros y 4 tripulantes. La canciller de México, Alicia Bárcena, expresó sus condolencias al gobierno brasileño y a los familiares de las víctimas.
Siete equipos de bomberos fueron movilizados al lugar del accidente, que ocurrió cerca de una vivienda, pero sin causar víctimas en tierra. Este es el accidente aéreo más grave en Brasil desde 2007, cuando un vuelo de la aerolínea TAM se estrelló dejando un saldo de 199 muertos.