Boeing, el gigante aeronáutico de Estados Unidos, enfrenta una fase crítica tras una serie de incidentes de seguridad relacionados con sus aeronaves, llevando a la compañía a anunciar cambios significativos en su liderazgo. Se informó que Dave Calhoun dejará su puesto como director general a finales de este año, junto con otros cambios ejecutivos.
Este anuncio sigue a un ultimátum emitido por las autoridades estadounidenses, que concedieron a Boeing un plazo de 90 días para presentar un plan de acción en materia de control de calidad.
La Agencia Federal de Aviación Civil (FAA) enfatizó la necesidad de un compromiso por parte de Boeing hacia una mejora sustancial y genuina.
En medio de este contexto desafiante, Calhoun comunicó a los empleados su intención de priorizar la seguridad y la calidad por encima de todo, expresando optimismo sobre la superación de estos obstáculos para lograr una empresa mejor. La dirección de la división de aviación comercial de Boeing será asumida por Stephanie Pope, reemplazando a Stan Deal de manera inmediata.
Además, Steve Mollenkopf, antes en Qualcomm, ha sido elegido por la junta directiva para suceder a Larry Kellner como presidente de la junta, quien no buscará la reelección.
Este periodo de transición llega en un momento en que Boeing busca recuperarse de varios contratiempos, incluyendo un reciente incidente con un modelo 737 MAX 9 que involucró la pérdida de una puerta en vuelo, además de otros problemas de producción y seguridad reportados anteriormente.
