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El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, desmintió las afirmaciones de la canciller Alicia Bárcena sobre la procedencia de las armas confiscadas por el Gobierno Federal al crimen organizado.
Salazar declaró que no tenía información que respaldara la afirmación de que estas armas pertenecieran al Ejército de Estados Unidos.
El diplomático respondió a las declaraciones de la secretaria de Relaciones Exteriores, quien había advertido sobre el tráfico hacia México de armas de uso exclusivo del Ejército de Estados Unidos en una reciente reunión con funcionarios de Washington.
Posible coincidencia de calibres
Salazar sugirió que las armas confiscadas podrían tener calibres similares a las utilizadas por el Ejército estadounidense, pero insistió en que no provenían directamente de las Fuerzas Armadas de su país.
El embajador destacó que este tema es motivo de preocupación bilateral y se comprometió a investigar la realidad detrás de estas afirmaciones.
Salazar resaltó la colaboración entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Estados Unidos, Joe Biden, para reducir el flujo de armas que llegan a México.
Demanda de México contra fabricantes de armas
México celebró una sentencia a su favor por parte de la Corte de Apelaciones del Primer Circuito de Estados Unidos, permitiendo que continúe su demanda contra fabricantes de armas en ese país.
México alega que las prácticas comerciales facilitan que estas armas lleguen a manos de criminales y enfrenta otras demandas relacionadas con el comercio de armas.
