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Un estudio realizado por un equipo de pediatras y una enfermera del Centro de Salud IWK de Canadá, publicado en el año 2000 en la revista de la Asociación Médica de Canadá, analizó a los personajes de “Winnie Pooh” desde una perspectiva de salud mental.
Este análisis, titulado “Patología en el Bosque de los Cien Ares”, buscó determinar si los entrañables personajes creados por A.A. Milne presentaban trastornos mentales.
Winnie Pooh, el personaje principal, fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) del subtipo de falta de atención, caracterizado por dificultades en mantener la atención, olvidos frecuentes y desorganización. Además, el estudio sugiere que Pooh también podría tener Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), evidenciado en su obsesión por la miel y la repetición de ciertas acciones.
Tigger, otro personaje del bosque, fue identificado con TDAH del subtipo hiperactivo-impulsivo. Según el análisis, este trastorno se manifiesta en la incapacidad de permanecer quieto, la impulsividad y la tendencia a interrumpir a los demás.
Por otro lado, Piglet (Puerquito), conocido por su timidez y nerviosismo, fue asociado con el Trastorno de Ansiedad Generalizada. El estudio sugiere que un tratamiento adecuado en la infancia podría haber prevenido el trauma emocional experimentado por el personaje.
Conejo, descrito en el estudio como un personaje que busca constantemente destacar y parecer importante, fue diagnosticado con Trastorno de Personalidad Narcisista.
Igor, por su parte, cuya característica principal es su actitud negativa, fue identificado con Trastorno Depresivo Persistente, también conocido como distimia. Este trastorno se caracteriza por la pérdida de interés en actividades cotidianas y la falta de emoción o esperanza en aquello que antes apasionaba al individuo.
