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Una delegación de alto nivel de Estados Unidos, liderada por el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood Randall, se prepara para visitar México.
Esta decisión, anunciada por la Casa Blanca, sigue a una conversación telefónica entre los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. El objetivo del viaje es abordar y discutir soluciones conjuntas a los desafíos fronterizos y la creciente crisis migratoria. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, indicó que los funcionarios estadounidenses se reunirán con López Obrador y su equipo para tratar estrategias efectivas frente a la situación migratoria.
Este encuentro bilateral se produce en un contexto de presión política interna en Estados Unidos, donde el Partido Republicano exige cambios significativos en las políticas de inmigración a cambio de su apoyo a un paquete de ayuda para Ucrania e Israel. Kirby destacó un “aumento dramático” en la migración desde países centroamericanos, afectados por la violencia.
Durante la llamada entre Biden y López Obrador, ambos expresaron su preocupación por el incremento del flujo migratorio reciente. Se discutieron posibles medidas para contener esta situación, incluyendo el fortalecimiento de los controles en rutas de transporte y la expansión de la presencia de fuerzas de seguridad en la frontera sur de México.
