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Con la renuncia de Omar García Harfuch a la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC CDMX) y el nombramiento de Pablo Vázquez Camacho como nuevo secretario, vemos el rápido ascenso de los primeros jóvenes especialistas en seguridad pública que se han preparado académicamente en México y el extranjero para relevar a la antigua generación que fueron formados por la antigua Policía Federal. Antiguos mandos que tomaron cursos policiales en academias de Europa, Israel o Estados Unidos, los cursos que diferentes policías extranjeros vienen a dar en nuestro país.
Es la generación de Omar García Harfuch entrenados por el FBI, DEA, ATF, Mossad en labores policíacas y de inteligencia.
Son mandos en su mayoría con carrera profesional y dominio del idioma inglés, que entraron a la Policía Federal, al Cisen o Gobernación por una auténtica vocación de servicio y muchas ganas de cambiar a la Policía en México.
Ellos fueron las primeras generaciones que se graduaron de la escuela de inteligencia del Cisen y la academia de Policía Federal, elementos con otra visión que inmediatamente chocó con los viejos agentes todavía en activo. Elementos que aún trabajaban torturando detenidos, inventando pruebas, extorsionando, corrompiendo. Gente que no creía en el respeto a los derechos humanos (DDHH).
Estos nuevos cuadros llegaron a ser directores de seguridad pública en varios estados o a nivel federal con buenos resultados, implementaron nuevas formas de patrullar y trabajar que hoy son parte cotidiana de la labor policial. Tuvieron que abrirse paso contra enormes resistencias de sus propios elementos y salieron exitosos.
No pretendo con este texto decir que hoy en día gracias a esta generación ya no hay tortura y que se respetan los DDHH o exculpar los actos de corrupción en los que cayeron varios de estos elementos. Pero si señalar el gran cambio que se vivió en las policías donde llegaron estos mandos con verdadera vocación de servicio.
Hace algunos años salió la nueva generación de especialistas en seguridad.
Egresados de la UNAM, ITAM, Anáhuac, Ibero, Tec de Monterrey, UDLAP, INAP, el Colmex. Son profesionistas más preparados, con otra visión de la problemática que representa la seguridad y otras formas de abordar esta tarea. Especialistas que hoy luchan por imponer esta nueva forma de hacer las labores policiales con una aproximación científica y en estrecha colaboración con los ciudadanos.
Hoy un muy joven egresado del ITAM y con estudios de seguridad en el extranjero es el encargado de la fuerza policial más grande del país son 83,000 elementos que están bajo su mando. Su tarea nada fácil es mantener o disminuir los delitos que se cometen cada día en la capital. Y de ser posible, implementar su visión de seguridad en la ciudad.
¡Felicidades y buena suerte!
