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Al recibir fondos federales de ayuda por la pandemia, las Escuelas Públicas de Jackson decidieron destinar gran parte del dinero a la reparación de estos problemas.
Sin embargo, para los distritos escolares más pobres, decidir qué hacer con ese dinero ha implicado una difícil compensación entre la recuperación académica a largo plazo y la solución de necesidades de infraestructura de larga data.
Un análisis de los planes de gasto de los distritos escolares de todo el país encontró que los distritos más pobres de cada estado tienen muchas más probabilidades que los distritos más ricos de gastar fondos de ayuda de emergencia en la mejora de sus edificios o sistemas de transporte.
A pesar de que las necesidades académicas también son apremiantes, los funcionarios escolares decidieron solucionar problemas de infraestructura que se remontan a décadas.
El análisis de Associated Press reveló que los distritos escolares con el porcentaje más alto de niños que viven en la pobreza tienen más probabilidades de dedicar dinero a la construcción de nuevos edificios o aulas, o a reparar las instalaciones, en comparación con los distritos escolares más ricos. Esto se debe a que los distritos más pobres suelen perseguir emergencias, mientras que los distritos ricos pueden pagar importantes proyectos de mejora con ingresos fiscales locales.
Con información de AP
