Por primera vez desde que inició su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador se presentó en una zona de desastre cuando la crisis está sucediendo. Ayer domingo recorrió el paraje Agujita, en Sabinas, Coahuila donde el miércoles se colapsó la mina de carbón “Las Conchas” dejando atrapados a 10 mineros.
Ya era hora. El mandatario mexicano tiene la costumbre de gobernar desde su mañanera, desde ahí gira instrucciones y les manda condolencias a las víctimas. Se le ha criticado por ello, su falta de empatía con quienes sufren cualquier tipo de tragedia.
No acudió a Tlahuelilpan, Hidalgo cuando explotó una toma clandestina de combustible en la que perdieron la vida más de 137 personas en enero de 2019. Tampoco fue a Bavispe, Sonora cuando el crimen organizado asesino a nueve integrantes de la familia Lebarón en noviembre del 2019.
Cuando fueron las inundaciones de Tabasco en noviembre de 2020, lo más que hizo fue sobrevolar en helicóptero la zona afectada, reconociendo que él había tomado la decisión de inundar zonas indígenas para no afectar Villahermosa. Luego, y después de varios días de crítica, se presentó en algunos municipios de Tabasco recorriendo la zona en un jeep militar. Cuando lo cuestionaron por ni siquiera haberse bajado, él se justificó: “¿Cómo voy a venir aquí para tomarme la foto?, ir a una colonia con unas botas que sé que no me van a cubrir y que me voy a mojar para ir a entregar una despensa y que me tomen una foto. A lo mejor los que nunca han hecho eso, pues tienen que mostrarlo”.
En Oaxaca, del 29 al 31 de mayo de este año, 48 municipios de Oaxaca fueron afectados tras el paso del huracán ‘Agatha’. El Ejecutivo se tomó su tiempo y fue hasta el 9 de junio cuando decidió hacer los recorridos a las zonas afectadas.
En cambio, en Coahuila ha sido distinto desde el primero momento. El Ejército activó el Plan DN-III de inmediato, hubo un despliegue de personal, especialistas y binomios caminos desde el primer momento. Desde su conferencia, López Obrador ha dado puntuales reportes de lo que ha ido sucediendo. Entonces o una de dos, el presidente ya se dio cuenta que acercarse a las víctimas le reditúa en imagen o, para las mentes cochambrosas, su sorpresivo actuar tiene que ver con las elecciones el próximo año en Coahuila, entidad gobernada por el PRI.
