El incremento de las ganancias permitió a BP devolver miles de millones de dólares a sus accionistas: aumentó su dividendo en un 10% y anunció una inversión de 3.500 millones en la recompra de acciones.
La compañía explicó que espera incrementar sus dividendos en un 4% anual hasta 2025.
Pero las buenas noticias para los accionistas de BP fueron malas noticias para los consumidores, ya que el alza de los precios de la energía contribuyen a la crisis del costo de la vida que afecta a Gran Bretaña y al resto del mundo.
En Gran Bretaña, donde la inflación batió en junio su récord de los últimos 40 años con un 9,4%, el gobierno ha anunciado un impuesto del 25% sobre los beneficios extraordinarios de las empresas petroleras y de gas que procedan de sus operaciones británicas.
El opositor Partido Laborista criticó al gobierno por no destinar un mayor porcentaje de lo recaudado con la nueva tasa a ayudar a los consumidores.
Con información de AP