Los controles contra el coronavirus han paralizado a algunas de las ciudades más pobladas de China y crece la molestia en los habitantes a medida que los contagios aumentan.
Shanghái está relajando las normas que confinaron a la mayoría de sus 25 millones de habitantes luego de las quejas por problemas para obtener alimentos. Sin embargo, la mayoría de los negocios siguen cerrados.
El acceso a Guangzhou, un centro industrial de 19 millones de personas cerca de Hong Kong, fue suspendido esta semana. Otras ciudades están limitando el acceso o cerrando las fábricas y las escuelas.
La siembra de primavera de los agricultores chinos que alimentan a 1400 millones de personas podría verse interrumpida, advirtieron el jueves los economistas de Nomura.
La interrupción de los trabajos de siembra podría disparar la demanda de trigo y otros alimentos importados, haciendo subir los ya elevados precios mundiales.
El gobierno informó el jueves 29 411 nuevos casos, todos menos 3 020 sin síntomas. Shanghái representó el 95% de ese total, o 27 719 casos. Todos menos 2 573 no presentaban síntomas.
Con información de AP