Los ciudadanos en Austria de más de 18 años deben, a partir del sábado, vacunarse contra el COVID-19 para no enfrentar una fuerte multa. Se trata de la medida más severa implementada en Europa, y el mundo.
La ley fue adoptada el 20 de enero por el Parlamento de Austria y promulgada el pasado viernes por el presidente-
Manuel Krautgartner, un activista contra las reglas sanitarias en la ciudad de Linz, al norte de Austria señaló que la medida era extrema.
En Alemania, un proyecto similar defendido por el nuevo canciller socialdemócrata Olaf Scholz, comenzó a ser debatido el 26 de enero.
Hasta la fecha, la tasa de vacunación contra el COVID-19 no ha avanzado mucho en Austria y se mantiene a un nivel más bajo que los de Francia o España.
La medida ha polarizado aún más a la población, ya que si bien hay personas que apoyan la obligatoriedad como una forma de incrementar la protección general, hay quienes consideran que se tenta contra las libertades fundamentales, e incluso lo ven como una biopolítica.
