Francia tiene una nueva ley que prohíbe las terapias de conversión y autoriza penas de prisión y multas para quienes empleen esta práctica para tratar de cambiar la orientación sexual o la identidad de género de personas LGBTQ+.
Los 142 disputados de la Asamblea Nacional francesa aprobaron la nueva ley por una unanimidad el martes en la noche.
La legislación contempla sanciones para quienes sean condenados por intentar convertir a personas LGBTQ+ a la heterosexualidad o a las expectativas de género tradicionales.
También ofrece la posibilidad de que los activistas puedan presentar demandas civiles en nombre de las víctimas.
Bajo la nueva ley, los esfuerzos sostenidos que tengan por objeto modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género son sancionables con hasta dos años de cárcel y 30 000 euros (34 000 dólares) de multa.
El castigo puede incrementarse a tres años de prisión y 45 000 euros (50 000 dólares) en casos con menores o personas especialmente vulnerables.
La ley entrará en vigor en los próximos 14 días con la firma del presidente, Emmanuel Macron, quien celebró su aprobación.
Con información de AP
