El gobierno de Estados Unidos lanzó una ambiciosa estrategia federal para construir 500 000 estaciones de carga para autos eléctricos en todo el país y reducir el costo de dichos autos con el objetivo de transformar la industria automotriz estadounidense.
“El futuro del transporte en nuestra nación y en todo el mundo es eléctrico”, declaró la vicepresidenta Kamala Harris en una instalación de carga de vehículos eléctricos en los suburbios de Maryland.
La ley de infraestructura de 1 billón de dólares que el presidente Joe Biden firmó el mes pasado autoriza una red nacional de estaciones de carga y reserva 5 000 millones de dólares para que los estados las construyan, incluidos 63 millones para Maryland.
La ley también proporciona 2 500 millones de dólares adicionales en subvenciones locales para apoyar estaciones de carga en áreas rurales y en comunidades desfavorecidas.
El proyecto, ahora pendiente en el Senado, incluye un crédito fiscal de 7 500 dólares para reducir el costo de los vehículos eléctricos.
El gobierno federal quiere “hacer que los vehículos eléctricos sean accesibles para todos”, expresó Harris. “Igual que llenar tu coche con gasolina”.
Harris visitó una instalación de mantenimiento en Brandywine, en las afueras de Washington, donde recibió una demostración de cómo funcionan los cargadores.
“¡No hay sonido ni humo!”, exclamó Harris cuando un trabajador hizo una demostración del cargador. “¿Cómo sé que realmente está funcionando?”. El automóvil está completamente cargado cuando parpadea en verde, le respondió el trabajador.
El plan crea también una oficina conjunta de vehículos eléctricos entre los departamentos federales de Energía y Transporte.
Los dos departamentos también lanzarán un comité asesor sobre vehículos eléctricos que se espera esté listo y funcionando a principios del próximo año.
Con información de AP
