Un remedo (y aborto) de Corte

Gran revuelo dieron los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al celebrar como gran triunfo una de las iniciativas más absurdas y vergonzosas de las que se puede dar cuenta en la Historia de nuestro país.

Como si de una gesta heroica se tratara, quienes cobran por defender en teoría los derechos ciudadanos festejaron como si de una conquista social se tratara no la presunción de inocencia (urgente en un sistema fascistoide y corrupto como el sistema penal mexicano); ni el derecho sagrado a la propiedad privada (que ha estado como nunca bajo amenaza de desaparecer en este régimen); ni la libertad de expresión como garantía (en un sexenio ha sumado más muertes y desapariciones de ciudadanos y periodistas que otros) sino la despenalización del aborto.

En su cuenta de Twitter, el ministro Zaldívar festejaba lo anterior como “un derecho de la mujer”: algo gracioso viniendo de quien quería borrar el artículo que penaliza a los hombres que obligan a sus parejas a abortar y que no obstante, los violadores y pederastas seguirán agradeciéndole puesto que con el aborto se elimina la evidencia del abuso para que las víctimas sigan padeciéndolo.

Cabe señalar que lo anterior se hizo sin consultar el parecer de la mayoría de los mexicanos que ni siquiera lo pidieron, ni mucho menos acudiendo al criterio de científicos y genetistas como Francis Collins, Jerome Lejune, Eduardo Gratacós o Rogelio Cruz Martínez—quienes sostienen la defensa de la vida humana desde la concepción—para variar: lo hicieron atendiendo modas impuestas por transnacionales e intereses espurios que nada tienen que ver con los verdaderos intereses, necesidades y demandas del país.

Algo grave por cuanto no solo defraudan la voluntad soberana de la ciudadanía, legalizando el infanticidio, sino porque tomaron atribuciones que no les corresponden ni les competen por cuanto rebasan siquiera su capacidad y formación dado que como ignorantes en materia científica o de medicina especializada saben tanto de embriología, fetología y obstetricia como de física nuclear.

Los ministros votaron fuera de todo argumento científico; el lineamiento señala que se va despenalizar el aborto para “las mujeres y personas con capacidad de gestar”, no explicándose que otras personas sean capaces de gestar además de las mujeres, patentando su incapacidad intelectual y bufonesca para tomar decisiones, como una Corte a la cual hasta la serpientes le negarían su representación.

Twitter: @sada_enrique

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