Justo cuando Estados Unidos está reabriendo las puertas de sus escuelas, las camas de hospital se están llenando de niños en números récord en lugar de las aulas, debido a una oleada de enfermos con COVID-19.
El repunte de casos de coronavirus está causando más ansiedad y enfrentando a los padres de familia, administradores y políticos en todo Estados Unidos, especialmente en estados como Florida y Texas.
Los científicos aún tienen que determinar si la variante delta, que es altamente contagiosa, causa una enfermedad más grave a las personas o si los niños son más vulnerables a ella.
Muchos son demasiado jóvenes para recibir alguna de las vacunas, que sólo están disponibles para los mayores de 12 años.
Con millones de niños regresando este mes a las aulas, los expertos dicen que lo que está en juego es indudablemente alto.
Las tasas de infección muy altas “realmente están haciendo que nuestros hospitales infantiles se sientan abrumados”, dijo el doctor Buddy Creech, un especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt.
“Estoy realmente preocupada”, dijo la doctora Sonja Rasmussen, pediatra y experta en salud pública de la Universidad de Florida. “Es muy decepcionante ver que esos números vuelven a subir”.
Con información de AP
