A medida que el coronavirus se propaga en Japón previo al inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, el país, uno de los que menos vacunas ha aplicado, muestra signos de tensión social y política.
El gobierno anunció este viernes que prorrogará y ampliará el estado de emergencia decretado para Tokio y otras zonas hasta el 31 de mayo.
Para el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, la declaración de emergencia es tanto una medida sanitaria como una herramienta política que aumenta las críticas internas a la determinación del gobierno para albergar los Juegos Olímpicos.
Japón ha evitado imponer un confinamiento estricto para frenar los contagios, y las declaraciones de emergencia pasadas han tenido poca repercusión.
Estaba previsto que el estado de emergencia vigente en Tokio y Osaka, así como en las prefecturas occidentales de Kyoto y Hyogo, terminase el martes.
Suga señaló que su gobierno decidió prorrogarlo y ampliarlo a Aichi, en el centro del país, y Fukuoka, en el sur.
Este viernes Tokio confirmó 907 nuevos casos de coronavirus, una cifra superior a los 635 registrados cuando comenzó el estado de emergencia en la capital.
Autoridades y expertos dicen que es posible que durante los feriados se realizasen menos pruebas de detección por el cierre de muchos centros y hospitales.
Desde el inicio de la pandemia, Japón ha reportado unos 616 000 casos, incluyendo alrededor de 10 500 muertes.
